
Miomectomía
Cirugía Benigna de Útero
Sobre los miomas y la necesidad de la cirugía:
Son tumores benignos (no cancerosos) que crecen en el útero. Están compuestos de tejido muscular liso y tejido conectivo. Pueden variar en tamaño, desde muy pequeños (como una semilla) hasta muy grandes (como una naranja o incluso más). Pueden crecer en diferentes partes del útero:
- Subserosos: Crecen en la parte externa del útero.
- Intramurales: Crecen dentro de la pared muscular del útero.
- Submucosos: Crecen debajo del revestimiento interno del útero (endometrio).
Se recomienda la miomectomía cuando los miomas causan síntomas molestos que afectan la calidad de vida, como:
- Sangrado menstrual abundante o prolongado (menorragia).
- Dolor pélvico.
- Presión en la pelvis.
- Necesidad frecuente de orinar.
- Estreñimiento.
- Dificultad para concebir o abortos espontáneos recurrentes. Si los miomas no causan síntomas, generalmente no se requiere tratamiento. Sin embargo, el médico puede recomendar un seguimiento regular.
Los miomas uterinos son extremadamente raros que se conviertan en cáncer (leiomiosarcomas). La gran mayoría son benignos.
Sí, existe la posibilidad de que nuevos miomas crezcan después de una miomectomía, aunque el riesgo varía según cada caso. Factores como la edad de la paciente, el número y tamaño de los miomas extirpados y la predisposición genética pueden influir en la recurrencia.
Sobre el procedimiento quirúrgico:
La elección del tipo de cirugía depende de varios factores, como el tamaño, número y ubicación de los miomas:
- Miomectomía abdominal (abierta): Se realiza una incisión similar a la de una cesárea. Se utiliza para miomas grandes, múltiples o en ubicaciones complejas.
- Miomectomía laparoscópica: Se realizan pequeñas incisiones en el abdomen y se utilizan instrumentos especiales y una cámara para visualizar el interior del abdomen y extirpar los miomas. Es menos invasiva que la cirugía abierta, con menor dolor y una recuperación más rápida.
- Miomectomía histeroscópica: Se introduce un histeroscopio (un tubo delgado con una cámara) a través del cuello uterino hasta el útero para extirpar miomas que se encuentran dentro de la cavidad uterina (submucosos).
La duración varía según la complejidad del caso, pero generalmente oscila entre 1 y 3 horas.
Generalmente se utiliza anestesia general.
Como toda cirugía, existen riesgos, aunque son poco frecuentes:
- Sangrado.
- Infección.
- Lesión a órganos cercanos (vejiga, intestino).
- Formación de adherencias (tejido cicatricial).
- En casos raros, puede ser necesaria una histerectomía (extirpación del útero) durante la cirugía si hay complicaciones graves.
Depende del tipo de cirugía:
- Abdominal: Queda una cicatriz similar a la de una cesárea, generalmente horizontal en la línea del bikini.
- Laparoscópica: Quedan pequeñas cicatrices (de 0.5 a 1 cm) en el abdomen, que suelen ser poco visibles con el tiempo.
- Histeroscópica: No deja cicatrices externas, ya que se realiza a través del cuello uterino.
Sobre la recuperación:
- Abdominal: Generalmente de 2 a 3 días.
- Laparoscópica: Generalmente 1 día o incluso alta el mismo día en algunos casos.
- Histeroscópica: Generalmente alta el mismo día.
- Abdominal: De 4 a 6 semanas.
- Laparoscópica: De 2 a 4 semanas.
- Histeroscópica: De 1 a 2 semanas.
Es normal sentir algo de dolor después de la cirugía, que se controlará con analgésicos orales recetados.
- Cuidado de las heridas (según las indicaciones del médico).
- Reposo relativo y evitar esfuerzos físicos intensos durante el tiempo que indique el médico.
- Seguir las indicaciones sobre la medicación.
Generalmente una o dos semanas después de la cirugía.
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Sobre la fertilidad y el embarazo:
En la mayoría de los casos, la miomectomía no afecta negativamente la fertilidad e incluso puede mejorarla al eliminar los miomas que dificultan la concepción o causan abortos espontáneos.
El tiempo de espera varía según el tipo de cirugía y la cicatrización del útero. Generalmente se recomienda esperar entre 3 y 6 meses después de una miomectomía laparoscópica o histeroscópica, y entre 6 y 12 meses después de una miomectomía abdominal. El médico te dará indicaciones específicas.
Dependiendo del tipo de miomectomía y la ubicación de las cicatrices en el útero, el médico puede recomendar una cesárea para evitar el riesgo de rotura uterina durante el trabajo de parto.
Otras preguntas importantes:
El riesgo de necesitar una transfusión es bajo, pero existe, especialmente en miomectomías abdominales con miomas grandes.
Sí, en algunos casos se puede considerar la autotransfusión (donar tu propia sangre antes de la cirugía).
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